Cristián Gárate

I opened the blog with the hope to contribute with my perspectives to the common issues of our present societies.

Monday, August 28, 2006


Desagregados Culturales en el Exterior

Muchas veces se habla de la escasez de artistas de nacionalidad chilena que producen trabajos con impacto en el exterior. Dicha visión sesgada corresponde, a mi juicio, a la distorsión que se tiene de la actividad de los artistas chilenos resientes en el extranjero, en todas las áreas del quehacer artístico. Por supuesto, se puede partir discutiendo extensamente sobre qué se puede considerar artístico y qué no, como parte de una eterna divagación sobre la estética en el arte. También se puede discutir sobre la relatividad del concepto de arte local y global, por la confluencia de distintas manifestaciones artísticas que corren en paralelo en distintas partes del mundo, gracias a la simultaneidad de la información. Asimismo, en el mundo actual, ello cobra aún más relevancia al tomar conciencia del gran show business y cobertura de medios que alimenta la industria de la comunicación; de las compañías de discos, gráfica y cine; de las agencias de publicidad y de las empresas patrocinadoras a nivel mundial. La idea que retroalimenta a estas industrias, es descubrir nuevos talentos que, modelados y proyectados a escala internacional, permitan masificar, vender y profitar al máximo, sin respecto al valor cultural o patrimonial de la obra.

A nivel del mercado Chileno, la industria nacional de medios necesita levantar íconos más abreviados, dando cobertura a aspectos más inmediatos, para seguir dando vuelta la rueda del exitoso ciclo económico. Consecuentemente, mucha información respecto de la real actividad cultural de artistas chilenos en el exterior simplemente no se indaga, ni se encuentra disponible. Tampoco ha sido labor reconocida del Estado el elaborar una política cultural para el exterior, como parte de la misión de preservación del patrimonio cultural de Chile generado por Chilenos en el exterior. No obstante, es un hecho que existen muchos artistas que actúan en forma silenciosa y cotidiana con un impacto relativamente importante en sus respectivas comunidades en el exterior. El patrón de tensión entre lo global y lo local se repite análogamente en todos los ámbitos de la actividad artística, solo por dar unos ejemplos: los actores, pintores, escultores, escritores, cineastas, diseñadores, fotógrafos que simplemente no existen en Chile, pero están claramente presentes en el ámbito internacional.

Saliendo de esta divagación, por ser de mi interés particular, quisiera centrarme en la actividad de los músicos latinoamericanos, y el aporte de los músicos chilenos actualmente residentes en el exterior. Ciertamente, existen diferencias relevantes entre las muchas corrientes que conforman el trabajo artístico musical a nivel latinoamericano y asimismo su recepción en el exterior, lo que hace arriesgado intentar dar una explicación que no caiga en generalizaciones muy imprecisas. Con todo, existen algunos elementos sociales, políticos y culturales comunes a todas las manifestaciones artísticas que se pueden delinear también para el caso de la música. Por ejemplo, las raíces culturales predominantemente ibéricas, africanas e indígenas que se intersectan y forman una química básica común entre los artistas y la música. Los fenómenos de machismo, sexismo, racismo e inmigración que afectan la sensibilidad, la interacción, la producción y trabajo musical. La inestabilidad política, con sus vaivenes de dictaduras, violencia y recuperación de la democracia; y la inestabilidad económica con sus bonanzas y pobreza que han tenido impacto en generaciones de músicos. Otros factores que han sido evocadores para grandes creadores e intérpretes en el área musical como por ejemplo, el contacto con la naturaleza extrema e indómita; la belleza de la gente, el movimiento y energía del cuerpo que se expresa al caminar y en la ondulación del lenguaje, manifestado a través de toda la Cordillera de los Andes y desde el Atlántico al Pacífico. Finalmente, los dos idiomas subyacentes y predominantes en la cultura latinoamericana, como son el castellano y el portugués. Tal vez, son estos algunos de los elementos que permiten entender los fenómenos artístico musicales, sobretodo aquellos que conforman un acervo transversal y unificador para los artistas latinoamericanos y chilenos que viven en el exterior.

A mi juicio, existe algo substancial que es interesante como fenómeno de exportación cultural silencioso y que no tiene mucho eco actual. En síntesis, se trata de un conjunto de manifestaciones artísticas Chilenas y particularmente me refiero aquí a aquellas desarrolladas por músicos Chilenos, sin soslayar que existen muchos otros artistas de otras disciplinas, que conforman un verdadero servicio cultural diplomático, que se mueve por los conductos no oficiales. Me atrevo a calificar el trabajo de la mayoría de estos artistas como el servicio de los Desagregados Culturales Chilenos en el Exterior. Se trata de un cuerpo desagregado de representantes de la cultura de Chile, que funciona en forma más eficiente, a veces sin presupuesto y en forma más integrada con otros artistas latinos, lo que produce un potente efecto de oferta agregada cultural, para utilizar ahora un término macroeconómico. Lo anterior, sucede con menos voladores de luces que aquellos programas generados por algunos personajes nombrados a dedo y que vienen a las distintas embajadas existentes, a ocupar un sillón y una oficina, bajo el alero oficial y aparecen en las fotos de los medios. Por cierto, no se trata de disparar a diestra y siniestra contra aquellos que intentan dejar bien puesto el nombre de nuestro país organizando algunos conciertos, exhibiciones y otras actividades por canales oficiales. Pero, se trata aquí de resaltar el trabajo de aquellos artistas Chilenos que sorprendentemente se encuentran en cada rincón del planeta y siempre tienen cierta relevancia en los lugares donde residen, sin contar con ningún tipo de conexión con el mundo de la diplomacia formal.

Específicamente quisiera vertir algunos conceptos con respecto a la actividad de los músicos populares que me ha tocado conocer mientras he estado radicado en Europa. Se trata de músicos Chilenos en su mayoría de trayectoria internacional, los más con bastante prestigio en las ciudades donde viven y por sobre todo, siempre se les encuentra conduciendo agrupaciones musicales en los estilos más increíbles. Lo interesante de este fenómeno, es que dado que la música latinoamericana tiene una cierta raíz común, no es raro ver en general a músicos Chilenos liderando bandas con otros músicos de distintas nacionalidades, tocando música de raíz afrocaribe, afrobrasilera o folklórica, sea del Norte, Centro o Sudamérica. Esta experiencia es muy placentera, tanto para los que tienen oportunidad de tocar, como los que escuchan o bailan. Es un orgullo ver como muchas de estas formaciones reúnen a músicos de todo el mundo y producen un efecto realmente interesante en los lugares en que tocan, aglomerando a las comunidades de Chilenos y de latinoamericanos. He tenido la gran suerte de tocar como invitado en varias oportunidades en los últimos años, tanto en conjuntos de música clásica y música popular. Casi siempre, siendo incorporado por otros músicos chilenos residentes en el exterior a quienes debo la experiencia con agradecimiento y admiración por su tarea de difusión cultural.

La verdad, urgen ciertos lineamientos básicos de parte de las autoridades de gobierno, como para poder trazar algún tipo de política cultural unificada con los artistas Chilenos residentes en el extranjero, que permitiera acentuar la presencia y la imagen de nuestro país en el exterior. Ello generaría sinergias que claramente redundarían positivamente hacia otras áreas relevantes como el turismo, el intercambio comercial, la inversión extranjera y por supuesto la cultura. Es claro que si la política cultural del servicio de diplomacia externa de Chile se centrara en hacer un levantamiento y posteriormente coordinar a los artistas chilenos locales, se lograrían impactos a escala mucho más importantes, con recursos humanos calificados y procedentes de los mismos lugares donde residen nuestros funcionarios diplomáticos. En ese contexto surgen las siguientes preguntas.

1. ¿Por qué no es una misión de los Agregados Culturales el generar una base de datos con un catastro de nombres, disciplinas y experiencia de los artistas chilenos residentes en el exterior? Ello solo requiere mínimo contacto con la comunidad de Chilenos residente en las respectivas ciudades importantes, quienes siempre tienen la información disponible.
2. ¿Porqué no es misión de los Agregados Culturales generar una política de reunión, coordinación y organización de algunas actividades a partir de los mismos artistas residentes, desde las capitales donde están asentados? Ello permitiría un mayor alcance a la política de difusión de nuestro país en el exterior en conjunto con la preservación de nuestros valores culturales.
3. ¿Porqué no es misión de los Agregados Culturales catalogar y cobijar en las respectivas sedes diplomáticas Chilenas parte del material artístico generado por artistas chilenos residentes en el exterior? Ello permitiría dar continuidad a la memoria histórica del patrimonio Chileno generado por artistas nacionales en el extranjero.


Dos Ejemplos:

La comunidad latinoamericana tristemente asistió a la última actividad oficial del Bar Restaurant ºLa Cumbia", que era dirigido por un Chileno. El lugar constituía un punto de reunión para muchos artístas locales y centro de encuentro cultural para la comunidad alemana de Munich. El local cerró sus puertas después de más de 20 años de actividad, desgraciadamente por los reclamos de vecinos, dejando un vacío para diversas actividades que incluían clases de Salsa, Tango, Folklore las actividades de conversación en Castellano, la cocina y el bar latinoamericano y otras manifestaciones culturales en un ambiente acogedor.

Foto La Cumbia, músicos de Cuba, Peru y Chile.



Foto Schrannenhalle, músicos de Colombia, Cuba, República Dominicana, Alemania y Chile.


Foto Deutsches Museum, músicos de Argentina, Republica Dominicana, Italia y Chile