Cristián Gárate

I opened the blog with the hope to contribute with my perspectives to the common issues of our present societies.

Thursday, May 26, 2011

Desigualdad en la Distribución de la Carga Tributaria y del Ingreso de las Familias en Chile: El Germen del Terremoto y Tsunami Social del S. XXI en Chile.



En Brasil se acaba de promover con algún éxito una iniciativa ciudadana y empresarial, para poner de relieve la exagerada carga tributaria soportada por la población en dicho país, la que se calcula equivale a 145 días trabajados al año. Según información de fuente brasileña, la carga tributaria Chilena correspondería a 92 días trabajados. Tal vez suena mejor que la realidad de Brasil, mirada estrictamente desde el punto de vista de la carga tributaria. Pero no lo es. Frente al remodelado "modelo caipirinha" de Brasil, el "modelo pipeño" de Chile resulta desdoroso. En efecto, a más de una aguda desigualdad en la distribución de la carga tributaria de los ingresos medios, se percibe en Chile una grotesca desigualdad en la distribución del ingreso nacional, el que se sigue concentrando económicamente, producto de las políticas económicas de la dictadura militar, de la Concertación y de la Alianza. Hoy, el efecto de las políticas sociales parece ser mejor en Brasil, donde las diferencias no parecen ser tan crasas y, al final, se observa una mayor cohesión social.

¿Y cuál es la moneda de cambio? En Brasil se descansa sobre las bondades políticas de la tríada maravillosa "Samba-Futebol-Cerveja"(e Mulher), que mantiene más o menos contenta a la población y remata en la pasada cronométrica de las Escuelas de Samba del Grupo 1 con sus destaques de mulatas y mulatos por la Pasarela de Rio. En Chile nos interesa el reality show de bagatela, con productores que nos pretenden secar la mollera en la continuidad de programas anuales de última categoría, so pretexto de elevar a la “pobla, al empresariado y a los politicos” a los fines más nobles que derivan de las virtudes cardinales y ordinales que predican nuestros patriarcas mas elevados desde sus pulpitos sacrosantos (seguidores de Karadima a la cabeza). Aquí no tenemos carnaval una vez al año. Pero, los expertos en marketing y consultores de comunicaciones (que se posicionaron por sobre los que antes hacían política dura de calle y no basados en meras encuestas y redes sociales), parecen convencidos en querer vendernos con periodicidad ciertos eventos pseudo-patrioticos de manera cíclica. A punto que parece ya nos han llenado sesudamente nuestro calendario y la parrilla con sus mojones programáticos; ocupando de paso lo poco de espacio mental que nos queda entre la publicidad comercial por el día del padre, día de la madre, día de la secretaria, día de las rebajas, el slogan del pascua feliz para todos y los afiches de las 365 colectas nacionales autorizadas por el Estado a las corporaciones de damas de todos los colores que existen en nuestro caleidoscopio nacional.

Descorriendo el velo retrospectivamente, después de quedar obnubilados por el reality show minero, vemos como el conjunto de chaquetas rojas, que nos reportaban a diario el balance, al lado de una grúa importada, y nos contaban historias de un exitoso rescate minero cronometrado por televisión, no es ni será sinónimo de la eficiencia sublime del know how chileno. A futuro, esperaremos la primavera con un 18 de Septiembre con fondas custodiadas por guardias de seguridad, carabineros y policías de investigaciones, mientras los chilenos bailaremos al ritmo del puro ton sin son de nuestra cumbia más guachaca y sentiremos en la lontananza del Parque O.H. una parada militar impecable, para mostrarles a nuestros paises vecinos que hoy se alzan contra los limites que impusimos a punta de guerras, lo poderosos que somos todavia militarmente. Y al final del año, un puñado de artistas, comandados por nuestro Chacrinha nacional, nos convocarán incansablemente a atiborrarle el flujo de caja a los conglomerados económicos locales, quienes podrán juntar otros cuantos millones de dólares, en pos de la magna tarea: Y volveremos a tocarnos en esa fibra de orgullo solidario que rematará en un gran show mediático en el Estadio Nacional, donde los millones de telespectadores acumularán tambien cronométricamente millones de esperanzas monetarias, pero solo recién pasada la medianoche; para dejar tiempo a la última tanda de publicidad y al discurso doloroso, que terminará en un grito orgiástico: "lo hemos logrado una vez más gracias a ustedes". Como si todos vivieramos en Pelotillehue-land que solo existe al sur de este continente.

Pero, la realidad pura y dura es otra. Hay regiones afectadas por el terremoto de 2010 y a la espera de soluciones concretas como casa y baño. Aumentan los indices de precio de productos básicos y el petróleo y disminuye el poder adquisitivo de la familia media chilena, con impuestos inicuos y subdidios irrisorios. La educación se torna casi imposible, dada la carga financiera que implica para las familias. Falla la conectividad de las zonas extremas con el centro del pais, lo mismo que se reproduce como fractales al interno de las regiones y en las ciudades del pais. Se reproducen logaritmicamente los saltinbancos, artistas de calle, limpiadores y cuidadores de autos y vendedores de todas las nacionalidades del Mercosur, en cada esquina de las ciudades, efecto del creciente desempleo en los jóvenes chilenos y la desenfrenada inmigracion. Se acumula la evidencia en favor de los que reclaman fundadamente frente al proyecto Hidroaysen por las visibles fallas en la institucionalidad en materia de Medioambiente. Se acumula la verguenza por la falta de solución al conflicto Mapuche en el sur de nuestro país. En Santiago, la joya del Pacifico Sur, el privatizado Metro S.A. no da a basto en las horas peak, donde se producen todo tipo de conatos, vejamenes y el que logra ingresar al vagón espumante de gente, se hace merecedor de un ruido ensordecedor de horrorosa publicidad, por el que se paga un pasaje carisimo de horario punta. Se destapan más casos de corrupción en materia de cobro de comisiones ilegales por parte de políticos. Mientras se descubren escandalosos abusos de empresas de retail en contra de los consumidores, parecidos o bien peores a los escándalos de las cadenas de Farmacias descubiertos hace poco tiempo atrás.

Es así, por mucho que Chile tenga el "alabado modelito" la realidad no divisa una solución a los problemas en materia de educación, salud, previsión, cesantía, hacinamiento en las carceles, inmigración descontrolada de países vecinos, aumento del crimen organizado, aumento de la drogadiccion, obesidad y alcoholismo y otros problemas estratégico militares frente a las demandas de Perú y Bolivia.

En este Chile se descubre hoy un ambiente de malestar profundo, que se hace aun más enrarecido en invierno por el mal aire que se despide desde la capital. ¿Acaso no percibe nada el mundo político, incluso aquellos que con alguna perspectiva se pasean a sus anchas abusando de los fondos fiscales por las oficinas de la OECD en el verano de Paris o con sus oficinas en los edificios de la ONU en Nueva York? ¿Es que no se dan cuenta que aqui se está acumulando en las capas sociales medias y bajas una cantidad exponencial de energía, que se va a dejar caer en un gran movimiento que pondrá en riesgo nuestra institucionalidad democrática?

¿Cómo van a seguir nuestros acomodados, acicalados y acaudalados políticos justificando los datos duros que, con alguna base, se están filtrando? Por ejemplo: a)El 60 % del país vive con ingresos promedio peores que Angola y por tanto debería estar colocado en el número 146 del indice PNUD y no 44 como fictamente se presenta; b) las siete familias más ricas de Chile tienen un patrimonio conjunto de US$ 75.000 millones, tres veces el PIB de Bolivia; c) El ingreso per capita de los hogares más ricos de Chile es 78 veces superior al de los hogares más pobres; d) En 1970 Chile tenía un ingreso per cápita 7 veces inferior al actual y el sistema público de educación era gratuito; e) El índice de Gini más regresivo de todos los países de la OECD y uno de los peores entre países subdesarrollados, con una variación para ingresos monetarios inocua, pasando de un índice 0.55% a un índice 0.53% después de las transferencias del estado.

Entonces, no se quejen. Así las cosas, no hay bomba lacrimógena, luma, ni balines de goma que puedan frenar al lumpen, al hambriento, al drogado, al mendigo, al vago, al enajenado, al cesante, al joven estudiante descontento, al padre frustrado, al disconforme, al asocial, al asistémico, al inmigrante latino que viene esperanzado a gozar en el modelito chilensis. Y, en general, a todo chileno ius solis o ius sanguinis que, sin pertenecer a partido alguno, razonadamente está contra este sistema neoliberal a ultranza, que propugna un mega consumismo de mall exacerbado, sin ningún trasfondo cultural y que está como hoy corroyendo nuestros pocos valores fundamentales. Y es que este sistema importado desde el eje norte-sur está cimentado sobre la agudizacion de un grosero desequilibrio económico entre las personas, un individualismo ciego, un afan de lucro sin fondo, que profundiza las asimetrías en forma transgeneracional, conformándonos en una sociedad estamental, con castas, en pleno S. XXI.

Los mismos episodios que se vieron en Concepción después del terremoto son la prueba fehaciente de la incubación del germen precitado. Las protestas por la represa Hidroaysen, un gesto más contra todo el sistema de explotación no sustentable de nuestros recursos naturales e hídicros. Ahora "increcendo", como la consecuencia lógica de estos movimientos tectónicos sociales, aparece la gran ola del Tsunami, que despunta en el horizonte. Por cierto, son las protestas con la fuerza de los estudiantes, a la que pronto se sumarán los padres de los mismos, organizados a través de los Centros de Padres, los trabajadores a través de los Gremios, la Central Unica de Trabajadores, los empleados públicos de la Salud, Educación y Servicios, los Trabajadores Mineros y otras organizaciones sociales que ya se están articulando a través de las redes sociales.

Estas son la consecuencia de una sociedad de consumo extremo, cimentada sobre el principio de la subsidiariedad del estado y la protección acérrima del libre mercado devorador de recursos naturales y humanos. Ahora, la sociedad joven comienza a tomar conciencia de la crasa desigualdad e inequidad en la distribución de la carga tributaria y del ingreso de las familias en Chile. Esa misma que justamente les restringe el acceso al consumo de bienes y servicios, respecto de los cuales tienen legítimas expectativas durante sus vidas (porque son los mismos retailers los que han exacerbado el consumo desde la cuna, despertando el apetito y los ánimos de los jóvenes por sus cinco sentidos a "tener más y no ser más").

Seamos francos. Así las cosas, los jóvenes ya se están dando cuenta que no son ciudadanos, sino consumidores dentro de una masa. Estos jóvenes se han transformado en focus groups de distintas castas sociales, para empresas de retail A, B y ABC1, donde los números de identidad representan un mero flujo potencial de ingresos por la venta de bienes y servicios sujetos a ofertones de ultimo minuto.

La física terrestre no falla. Es el simple principio newtoneano de Acción y Reacción. Con sus causas y efectos reducidos a la expresión más animal de nuestra población joven, expectante y no pudiente. La provocación más burda del Marketing de Chaquetas Rojas está teniendo su reacción mediata. La represión armada de Carabineros contra la denominada violencia social es la única ratio de contención de los áninmos. Pero, dicha contención solo durará un momento. En breve, el gobierno tendrá que justificar su accionar para proteger la propiedad privada y morigerar la tensión social con un estado de excepción Constitucional.

Veremos el desarrollo de los hechos...es de esperar que prime la razón por sobre la fuerza...

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Pastelero a tus pasteles....vuelvo a lo que me corresponde en materia de Impuestos e Ingresos con un extracto un par de párrafos de mi próxima ponencia:"

La estructura tributaria de Chile presenta una taxonomía de impuestos regresiva que determina una brecha brutal en la distribución del ingreso monetario promedio de los hogares. Esta situación no deja al país bien posicionado en los índices de desigualdad y desarrollo humano en comparación con otros países de Latinoamérica y el Caribe. Asimismo, Chile queda muy retrasado en comparación con los índices de países miembros de la OECD, con los cuales aspira a medirse después de su incorporación plena dicho organismo en 2011.

¿No tendremos acaso que tomarnos en serio las complicaciones de este círculo tributario vicioso, que causa una grosera desigualdad en la distribución del ingreso de los hogares, aumenta la precariedad social y puede afectar nuestra estabilidad democrática? A lo anterior, se suman los visibles efectos sociales de: a) una creciente tensión entre capas sociales; b) una progresiva deslegitimación de las instituciones políticas frente a la sociedad; y c) una desacreditación de la función pública y del rol del emprendimiento .

En un concepto más profundo, esta insuficiencia redistributiva de nuestra estructura fiscal nos confronta actualmente con la esencia de las bases de nuestra institucionalidad, con las garantías constitucionales y, retrospectivamente, con estos primeros 200 años de existencia como República, en el contexto de las celebraciones del Bicentenario de cara al siglo XXI donde aparece que en la esencia, confrontados a los parámetros de los países desarrolados visualizamos que en nuestro país existe mucha riqueza y al mismo tiempo mucha inequidad y pobreza."

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